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Anteayer les expusimos las pinturas que realizó el maestro Juan Bandera a los distintos presidentes de México por su nombramiento como Pintor oficial del Presidente de México, pero nos guardamos un retrato que queremos mostrarles en esta entrada.
Efectivamente, Bandera como Pintor Oficial hasta el 1990, se le encomendaba retratar a todos los presidentes que iban ascendiendo al cargo según pasaban los años, exceptuando a uno, cuyo cuadro lo mandó realizar mas de una década después de su gobierno. Estamos hablando del ex-presidente Miguel Alemán Valdés.
Miguel Alemán Valdés fue presidente de México en 1946 hasta 1952, doce años antes de que Gustavo Díaz Ordaz fuese elegido como máximo gobernante, lo que se traduce para nosotros como que su mandato fue antes de que incluso Juan Bandera conociera México, ya que él llegaría a tierras mexicanas durante el gobierno del segundo dirigente mencionado. Recordemos que fue precisamente éste, el que a mitad de los años sesenta del siglo pasado, nombró a Juan Bandera Pintor Oficial, y que por tanto, fue el primero en ser pintado por el artista. Le seguirían Echeverría Álvarez, López Portillo… cuya satisfacción por sus retratos le valdrían a Bandera gran fama y reconocimiento por sus obras, hecho que llegó a los oídos de Alemán Valdés.
Ex-presidente y artista fueron presentados. Miguel Alemán era conocedor del arte de Juan Bandera que estaba realizando en México, por lo que quiso que nuestro maestro le retratara, no solo a él, sino también a su familia.
Así pues, Miguel Alemán Valdés fue el primer presidente que no se encontraba en el cargo y que Juan Bandera inmortalizó en uno de sus lienzos.
Las fotografías que les acabamos de mostrar fueron realizadas en la presentación del retrato del ex-presidente. Es evidente por la sonrisa de Miguel Alemán su contento con el cuadro.
En el Arte de Juan Bandera solo disponemos de esta imagen en blanco y negro del retrato. Podemos observar al ex-presidente y ex-miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en su despacho de Veracruz. Ya no porta ningún símbolo de poder presidencial, pues solo los presidentes vigentes tienen ese derecho, pero a la derecha del lienzo, encontramos a la bandera de México, rigiendo las acciones que ocurrían en el despacho de Alemán Valdés. Éste, precisamente, aparece mirando al espectador en el que parece un descanso de su labor, no en vano, era un hombre muy trabajador y preocupado por los demás, así se ganó el sobrenombre de «Mister amigo» y pasó de una infancia muy complicada por las carencias económicas a ser uno de los hombres más ricos del país mexicano. El siguiente elemento que destaca es el paisaje. Podemos ver a través de unas pinceladas impresionistas la representación de Veracruz, una ciudad de altos edificios, muy moderna en aquellas fechas, en las que fue creado el retrato, y que si existe un culpable de una ciudad tan adelantada, fue Miguel Alemán Valdés.